La economía y la política sufrían graves problemas en la Argentina de principios de la década de 1930.
La Gran Depresión económica de 1929 había impactado en las arcas nacionales
y el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 dejó abierta una herida institucional.
En ese contexto, en febrero de 1932, asumió la presidencia de la Nación el general Agustín P. Justo. Su primer ministro de Hacienda, Alberto Hueyo, tuvo la misión de encontrar respuestas a la crisis.
Su propuesta inmediata fue la creación del Empréstito Patriótico. Se trataba de una convocatoria cuyo fin era reunir unos quinientos millones de pesos que permitieran afrontar parte de una deuda flotante que ascendía a los 1300 millones. El 12 de mayo se aprobó. Acto seguido, se lanzaron a la venta los primeros títulos.
Cada título de cien pesos se compraba al valor de noventa en bancos y oficinas de correo.
Anualmente se sorteaban títulos: a los ganadores se les devolvían cien pesos.
Algunos comercios, como Muebles Ideal, de Buenos Aires, aceptaban pagos con estos títulos.
Para la administración de esta medida de fuerza se creó una Junta Autónoma, que resolvió realizar, a través de una Comisión de Propaganda, un concurso en búsqueda de un tango oficial sobre el empréstito.
Lo ganó el violinista Pedro Diorio con su "tango de actualidad", como se aclara en la tapa de la partitura.¿El título? Realmente rarísimo para una obra musical: "Suscribite al 6,67%", en alusión al interés anual que pagaban los bonos.
El 29 de agosto, la orquesta típica de Francisco Lomuto, una de las más populares por entonces,
grabó el tango con el estribillo cantado por Fernando Díaz. La letra es una verdadera arenga a salvar a la Patria,
que está "en yanta", encajada. ¿Por qué había que salvar a la Patria? Porque, según cantaba Díaz,
"Primero está ella, después lo demás".
Diorio era profesor de música en una Escuela Normal de la Capital Federal. Compuso varios tangos, además de la marcha denominada: "UCR". Murió en julio de 1943.
Ocho años antes, en 1935, el país había vuelto a dar superávit (balance budgétaire positive). |